El
trabajo vocal
El trabajo es la ley de la vida vocal.
En tanto se cante se seguirá estudiando, pues
“lo que no adelanta retrocede”. Siempre hay en el canto algo que aprender, que
buscar, que perfeccionar.
La perfección no existe en el arte, ya que éste
es la tendencia hacia el ideal, y el ideal es, por definición, inalcanzable.
Por consiguiente se puede, se debe, trabajar toda la vida para acercársele.
Es oportuno recordar que El tiempo no respeta más que lo que se ha hecho con él. Por
consiguiente, si se quiere cantar bien y
por mucho tiempo, se deberá trabajar
bien y durante mucho tiempo.
La práctica vocal bien encauzada no fatiga en
absoluto la voz: por el contrario, los músculos y los órganos vocales se
desarrollan y fortifican con el ejercicio. Necesitan un entrenamiento
cotidiano, así como lo necesitan los músculos que intervienen en la cultura
física y el deporte.